MUCHO QUE COMENTAR.
FRUSTRACIÓN.
Por: Conrado Trapero Rivas11/agosto/2009
Guadalajara.- Para la entrega del día de hoy, me había propuesto escribir sobre la “CUMBRE” puesto que en los días previos no se hablaba de otra cosa. Se especulaba sobre los temas a tratar con los dos mandatarios invitados y su anfitrión Felipe Calderón: Reforma migratoria, apoyos al plan Mérida, el combate al crimen organizado; con Canadá, el feo asunto de las visas que cambiaron la imagen de país buena onda, a país “gacho”. Se sentía una intensa fuerza militar y policiaca tanto en el centro de la ciudad, como en los hoteles donde se alojarían los mandatarios. Se observaron cientos de trabajadores puliendo, pintando, sembrando, lavando, en una palabra hermoseando nuestra percudida ciudad, pues venia la “CUMBRE” y había que mostrar nuestra mejor cara.
Se alejaron a los vendedores ambulantes, se cerco el Instituto Cultural Cabañas, ni rateros, ni conejeros aparecieron en escena, pues venían dos grandes del mundo a visitarnos, venían a dialogar con Calderón y nuestra suerte y destino iban a cambiar diametralmente. ¡Ja!
En este circo sin pan, detectar los apoyos de helicópteros y aviones que sobre volaban por nuestras cabezas fue atractivo, y para la raza el hecho de que si íbamos a poder ver a “La bestia” (me refiero a la limosina del presidente Obama) donde muchos ilusos e ilusas se soñaron verse retratados junto al primer presidente negro y porque no, hasta pedirle un autógrafo.
Total llegaron y nadie los vio, se desplazaron y más tardaban en avistar las comitivas, que estas en desaparecer echas la… rápido. Pero el mayor desencanto vino cuando corresponsales serios de periódicos nacionales y extranjeros, a falta de noticias trascendentes, se arrancaron en primera hablando del menú que se ofreció en la cena, si estaba “crocante”, de cómo iba vestido el uno, del color de la corbata traía el otro, de que si Obama vestía elegante y que si la tela de sus trajes estaban confeccionadas con material antibalas…. ¿Y las noticias, y los grandes pronunciamientos? ¿Dónde? ¿Y los resultados de “LA CUMBRE” Cuales? O valdría darle todo el crédito a quien ciertamente califico el evento como un mero aparato protocolario que propicio un derroche inútil de recursos, todo para nada.
En la barranca de Oblatos se apretujaban las nubes cargadas de agua, tronaba en la zona, se presentía que la misma naturaleza conspiraba para lanzar sus más relucientes efectos especiales para el anuncio de los grandes acuerdos y las acciones a seguir para la recuperación económica, las anheladas reformas. Ingenuamente soñábamos con una especie de Plan Marshall para salir del agujero en el que se encuentra el país, pero la cumbre, esta de la que hoy me proponía y quería escribir, no fue otra cosa que aquel conocido “Parto de los montes”
¡Chin!