miércoles, 23 de septiembre de 2009

MUCHO QUE COMENTAR.
“LOS REYES MALDITOS”
Por: Conrado Trapero Rivas23/septiembre/2009Guadalajara.-
Que duda cabe que la historia suele repetirse. Ahora que nos encontramos en este juego de vanidades, pletóricos de mentiras, bien vale la pena recordar alguno de los múltiples pasajes de esa colección maravillosamente bien narrada que lleva por nombre “LOS REYES MALDITOS”
Abriendo al azar uno de los siete tomos, aparece uno de los más interesantes personajes de la historia en cuestión: Miles de Noyers, quien se mostraba displicente y aunque había sido nombrado juez por el Señor, Su Rey, se interesaba muy vagamente en el espectáculo que ofrecían los caballeros que se destrozaban entre sí en aquellos torneos donde las lanzas chocaban y los cuerpos caían de sus cabalgaduras ante el jubilo de los asistentes.
El sentía estar perdiendo el tiempo pues tenía que presidir los trabajos de la Cámara de Cuentas, fiscalizar los decretos del Parlamento y vigilar la administración en general del reino; pero debía complacer al rey, debía permanecer ahí, contemplando cómo se destrozaban rompiendo lanzas y huesos, ante la algarabía general. De Noyers no ocultaba sus sentimientos.“Todos estos torneos cuestan demasiado, son derroches inútiles que disgustan al pueblo -decía a sus vecinos - ¡El rey no oye protestar en las aldeas y en las campiñas! Cuando pasa, no ve más que a gente que se inclina para besarle los pies; pero yo conozco muy bien los informes que me traen los bailes y los prebostes. ¡Vano despilfarro de orgullo y futilidad! Ya que cuando hace falta que comer y que beber para la celebración de los triunfadores, se envían a los soldados a recoger (decomisar) de los pueblos cercanos, las aves, los quesos, el vino y los cerdos que se comerán y beberán mientras dura el festejo” Empobreciendo más y más a la población. Esto ocurría en el siglo XIV, pasaron los años y así les fue.
Varios siglos después, los actores han cambiado, las representaciones se han modificado, pero la esencia del drama es la misma. Nadie de los poderosos está dispuesto a cambiar sus prebendas, sus enormes emolumentos, y si persisten en sangrar al pueblo con mayores impuestos y sacrificios.Hay voces que se levantan plenas de indignación ante el sacrificio que “LOS REYES MALDITOS” le exigen al pueblo, y que no están dispuestos en reducir el gasto corriente al menos en un 20% de las paridas personales y el gasto de operación del gobierno. Cobrar impuestos a grandes empresarios y banqueros eliminando los regímenes especiales y como bien dijera AMLO: Aplicar un verdadero plan de austeridad republicana y acabar con los privilegios fiscales.
De igual forma, coincido con el premio Nobel de Economía 2003, Robert Engle, quien dice, que es un craso error aumentar los impuestos en época de recesión, ya que otros países que enfrentan la misma inestabilidad financiera, han reaccionado de manera contraria, es decir, conservan sus gastos altos pero con gravámenes bajos y flexibilizan y minimizan la reglamentación para la creación de nuevas empresas. En México –dijo- hay muchas cosas que se pueden hacer para impulsar la economía, pero no es el momento de aumentar impuestos.
A esos “REYES MALDITOS” que no quisieron escuchar, ni al pueblo ni a las voces autorizadas de su tiempo, así les fue y, a los actuales, la recomendación es que revisen la historia, que escuchen al pueblo y a las voces autorizadas de hoy, porque contrario a lo que afirma Gomez Mont: ¡Aguas con desdeñar lo que flota en el ambiente, porque se les puede voltear!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

IVA MÉXICO

MUCHO QUE COMENTAR.
IVA MÉXICO
Por: Conrado Trapero Rivas
16/septiembre/2009
Guadalajara.- Es indudable el talento de quienes hacen las caricaturas políticas. Rocha, desde su espacio en la Jornada, así intitula su cartón y quién lo diría, esa cabeza nos dice mucho de lo que hoy se está discutiendo en la Cámara de Diputados.
Seis horas de comparecencia para un secretario de hacienda tan enfermo como lo está Carstens, son muchas. La obesidad mórbida que padece el señor secretario merecería mejor trato y porque no, hasta compasión, pero como dijera el presidente Harry S. Truman, “Quien no aguante el calor, que salga de la cocina” y el buen señor no sale de la zona de calor pues está empeñado en defender su “receta para un México mejor”.
Ciertamente el no es el culpable de todos los avatares que estamos sufriendo en el terreno económico. A él no le tocaron las vacas gordas de los enormes ingresos petroleros que dilapido Fox, pero sus soluciones al problema, más se parecen a dictados de un déspota del siglo XII que a un economista del siglo XXI. No se ve en ninguna parte el fomento a la creación de empleos, menos a reactivación del mercado interno. Solo aparecen las ansían recaudatorias y la negra intención de seguir atesorando para que los privilegiados compren casonas, viajen por todo el mundo, se movilicen en vehículos importados, mientras que los causantes cautivos, esos clase medieros que trabajan y sin remedio aportan lo que tengan a bien determinar, quienes cuidan y supuestamente representan los intereses de quienes votaron por ellos.
Estos, los causantes cautivos, cada día más pobres y exprimidos, no tienen para donde hacerse ante la voracidad sin límite de los gobernantes, que de manera torpe y ciega medran, sin fijarse que día con día, agrandan y ahondan la brecha entre gobierno y gobernados.
Viene un IVA camuflajeado y en lugar del 15% nos retacaran un 2% más en alimentos y medicinas, lo que lo convierte en un glorioso 17% ¿De dónde, con que ojos? Si no hay dinero, no hay trabajo. Primero habría que crear las condiciones para generar riqueza, y después, a cobrar impuestos –digo yo-
Y… ¿Qué pasara en los tianguis? ¿También aplicara el IVA, a quien enteraran ese 2% o el 17% que con toda seguridad cobraran los tiangueros, si como se sabe en el comercio informal no pagan impuestos, esto va a beneficiar al fisco, o a quien?
Mal planteada la jugada de Carstens en ese primer inning del que hablo durante una de sus múltiples entrevistas y aunque pagar impuestos es inevitable, me adhiero a Denisse Maerker y a Dehesa y como ellos, me niego a pagar un peso más, mientras no se vea claro que el gobierno adelgaza y eficientiza los gastos y las inversiones, porque hay muchas promesas de campaña que no se han cumplido y seguimos esperando, al menos una explicación de porque no.
¡Hay memoria las promesas están documentadas y se las vamos a recordar! –Las promesas, claro-
Por lo pronto ¡Viva México!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Y DESPUES... ¿QUE VENDEMOS?

MUCHO QUE COMENTAR
Y DESPUES… ¿QUE VENDEMOS?
Por: Conrado Trapero Rivas
08/septiembre/2009
Guadalajara.- Mucho se hablo durante los días posteriores al 2 de septiembre, cuando Calderón, en un discurso por muchos aplaudido, citara en varias ocasiones la palabra ¡CAMBIO! Mensaje esperanzador para un pueblo de milagrería que aun confía en sus autoridades. Pasaron los días y las aguas se asentaron y al igual que en Tlalnepantla después del diluvio de antier, permitieron ver que el desastre persistía y se intentaban tapar los agujeros de manera acelerada.
El presidente de la república hace cambios menores en sus cuadros “básicos”. Cambios que ya empiezan a ser criticados: Un procurador Arturo Chávez Chávez, de quien se dice no dio el ancho en Chihuahua cuando fue procurador y que fuera señalado por varios organismos como inepto, corrupto e indeseable – este personaje tendrá que ser aprobado por el Senado y se afirma que no pasara-. El otro, Juan José Suarez Coppel, el flamante director de Pemex: dicen que no tiene perfil para la enorme tarea que se le encomienda y el único que se salva de las mordaces criticas, es quien sustituye a Cárdenas de la SAGARPA, el también jalisciense Francisco Mayorga quien ya estuvo en ese cargo al final del nefasto sexenio de Fox.
Mientras esto sucede, el presidente municipal de Guadalajara, aparece con el rostro contrito por su fracaso sobre la sede de los Panamericanos y se avizora que en este; su último año, va a necesitar de un médico que lo ponga en buen estado físico para que al entregar la presidencia, pueda continuar como médico, o mejor aún, como medico de telenovela. Ahora que tenemos al “Pantera” como héroe hecho en México, ¿Por qué no un medico al estilo Dr. House, made in Jalisco? Tendría su buen club de fans.
De última hora, mientras tecleaba estos comentarios, apareció la nota de que otras tres secretarias desaparecen. Dos de ellas me parece muy bien, pues no aportaban mayor beneficio –Reforma Agraria y Función Pública-. ¿Pero turismo? No estoy de acuerdo, hasta el dictador Francisco Franco, dentro de sus limitaciones, encontró que una de las formas de allegarse los recursos frescos del exterior que tanto necesitaba, era mediante el turismo. Después de la cruenta guerra civil en la que metió a los españoles y que tanto costo, la solución era fomentar el turismo, y así lo hizo, y España ofreció: servicio, folklore, calidad en alimentos y bebidas. Se detono la industria de la construcción, se aliñaron los castillos y los convirtieron en los famosos paradores, se construyeron hoteles y se empezó a dotar al país de esa infraestructura que el viajero exigía.
España era muy barata y los turistas extranjeros, abarrotaron sus playas, aprendieron a tomar en porrón, saborearon sus pinchos y sus tapas, se aficionaron a sus fiestas y no tardo mucho en que España se recuperara, no del dolor de una guerra absurda, pero sí de sus calamidades económicas. Creció el empleo y con él la reactivación de su mercado interno.
Ahora resulta que la reduce –la secretaria del ramo- y la incorporan a la secretaria de Economía, y lógico, bajara el presupuesto para promoción, publicidad, ferias y convenciones, donde se muestra, se dice y se exhibe lo mucho que este país tiene que ofrecer.
Aquí la pregunta es: ¿Llegara a pintar el ahorro para tapar el agujero negro del que hablo Carstens? ¿No estarán aplicando la misma fórmula que sugieren torpemente algunos contadores a los empresarios cuando baja venta? Recorte de personal y cero publicidad.
Y después… ¿Por qué no vendemos?
¡Qué facha!
p. d. ¡Felicitaciones al Lic. Guillermo Cosio Vidaurri por sus primeros 80 años.