sábado, 8 de marzo de 2008

MUCHO QUE COMENTAR.
MANIOBRAS DE DISTRACCIÓN.
Por: Conrado Trapero Rivas
03/marzo
2008-03-03
Guadalajara.- Desde que Fox asumió la candidatura del PAN y se empezó a mover, no hemos parado de vivir en medio del escándalo. Ya sea por usar símbolos religiosos en su campaña, por mutilar el escudo nacional, por apoyar a su familia en sus afanes de poder y de riqueza, por destroncar lo mucho que se había construido en el terreno de política exterior, manejándola (si es que así se le puede llamar) con una falta de oficio que nos avergonzaba ante el mundo.
Terco, torpe y taimado como era (es) le valió para un ca…rambas el país al que representaba y la Constitución juro defender, tal vez pudo más su ascendencia extranjera, porque hacia México, no hubo amor, o algún rasgo de simpatía que se tradujera en bienestar para el país. Ese sexenio se perdió.
En el actual seguimos igual, metidos en el escándalo. Primero, la legitimidad de los resultados electorales que pusiera en duda el perdedor AMLO, los sainetes en La Cámara de Diputados para la toma de posesión, el secuestro del Paseo de la Reforma, el ejercito en las calles, la Constitución nuevamente violada y todos los etcétera que de sobra son conocidos.
Para ponerle acento a lo más próximo, esta el asunto del Secretario Juan Camilo Muriño, quien sale de la comodidad de Los Pinos donde no sufría, y si ejercía mucho poder e influencia, para colocarlo de manera temprana en la línea de fuego que es Gobernación, atrayendo para si, toda la metralla que pudieran soltarle a Calderón, pero quien lo recibe es alguien al que se le pudiera haber pedido un sacrificio.
Secretario intercambiable –como lo son todos- a costa de un bien mayor. ¿Cuál? No lo sabemos a ciencia cierta, pero están en la mesa otras reformas a las que Felipe Calderón les trae ganas. La energética es una de ellas, la Reforma del Estado es otra. ¿Cuánto costara la primera? ¿Valdrá sacrificar un buen alfil o una torre, para que avance el rey? En este juego estamos metidos. Mientras, como sucede en cualquier juego de estrategia, uno sale corriendo por la izquierda pidiendo que le envíen el pase, se mueven los defensores y resulta que el pase es corto y en otra dirección.
Interesante si lo vemos como simples espectadores sentados en la yarda cuarenta. Peligroso si repentinamente caemos en cuenta de que el juego se desarrolla en nuestro derredor y estamos en medio de las bloqueadas y los fregadazos.
Las mentiras que nos cuentan ya son documentadas y los mentirosos exhibidos. La sociedad mexicana ya no es la misma sociedad ingenua de los años gloriosos de la hegemonía. Seriedad y resultados son las premisas que deben prevalecer y sin tantas maniobras de distracción.
Ya estamos hartos.

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