MUCHO QUE COMENTAR.
SE ACABO EL AMOR
Por: Conrado Trapero Rivas
23/12/2008
“Pueden porque creen poder” Virgilio
Guadalajara.- En una de sus acostumbradas intervenciones y haciéndose eco del clamor popular que se repite por todo lo largo y ancho de Jalisco, su eminencia el cardenal Juan Sandoval Iñiguez se les tira a la yugular a los que apoyan la pena de muerte, y de manera particular a la colocación en cargos públicos de quienes no conocen ni saben de que se trata este asunto de gobernar. Seguramente esta tan harto y decepcionado como el resto de los habitantes del Estado sobre los que hoy detentan el poder, porque de manera enfática dijo: ¡“Que se vayan los incompetentes, no se debe premiar con puestos públicos a quienes carezcan de conocimientos y experiencia para desempeñarlos”!
Que contraste en sus actitudes, cuando no hace muchos años, en las iglesias se escuchaba a los sacerdotes orientar a sus feligreses sobre la conveniencia de votar por los colores de la virgencita “azul” y también vimos y recordamos las colas de monjas acudir a las urnas a sufragar con la “línea” de su pastor. Hoy eso ya paso, o al menos todo indica que es así, dado que no se puede tapar el sol con un dedo, el cardenal afirma que los cargos políticos no deben ser usados para premiar a los que apoyaron en una campaña, si estos carecen de los conocimientos y experiencia para desempeñar su cometido “… Si el gobierno no pone atención que en cada cargo este la persona adecuada y competente, los problemas no tendrán solución”.
Ya encarrerado y coincidiendo con el disgusto popular, se refirió a los elevados aguinaldos que reciben los funcionarios públicos “Que los mismos gobernantes se asignen lo que han de ganar, es algo que yo siempre he reprobado” y pide que se cree un organismo ciudadano para que sea este el que asigne los sueldos, pero que no les dejen el cajón abierto porque en arca abierta el justo peca. Que no abusen sobretodo habiendo crisis”
Refiriéndose a la política puntualizo que esta se ha vuelto un campo de batalla muy violento, donde no prevalece el afán de servir, sino la oportunidad de hacer riqueza de forma rápida y fácil. Los vicios de quedarse con una parte de los sueldos de los de abajo o dar permisos a condición de una mordida no se han eliminado, por ello en tiempo de elecciones habrá que orientar bien a la población (ya lo han hecho) para que se fijen mucho en la calidad de los candidatos, ya que si se tienen buenos gobernantes, habrá una sociedad más justa y organizada.
Después de estas declaraciones hay optimismo entre los aspirantes priistas a las alcaldías y diputaciones pues sienten que ya les toca, después de tres infames sexenios y sus correspondientes presidencias municipales, mismas que dan pena ajena.
Poco ha de vivir el que no vea en que paran estas misas, por lo pronto, hoy al CARDENAL SE LE ACABO EL AMOR