martes, 27 de enero de 2009

MUCHO QUE COMENTAR.
VINO NUEVO EN ODRES VIEJOS
Por: Conrado Trapero Rivas
25/01/2009
Guadalajara.- Altas son las expectativas ante el cambio de Bush a Obama. Ciertamente lo poco de bueno que pueda hacer el nuevo presidente, será altamente visible y notorio, pues la tribuna se la dejaron muy baja y la más simple lógica nos indica que cualquier cosa será mejor que lo que hizo su antecesor, quien sale después de ocho largos años, merecidamente repudiado, aborrecido, vilipendiado, dejando un país en bancarrota, con dos guerras estupidas y un tufo muy desagradable en el ambiente.
Lo anterior me lleva a plantear la siguiente pregunta: ¿Para eso querían llegar tan lejos? ¿Para que tantos afanes, tantos años dedicados a la lucha, para llegar al poder, tantos para intentar entronizarse, si una vez logrado el objetivo, la realidad se impone y lo que vale, es lo que les vale? Las promesas de campaña, los ideales, sus convicciones y ese pretendido afán de servir, todo se va al caño y prevalecen los intereses de los grupos oligárquicos que los manejan a su antojo.
¡Se acabalaron las ideologías! dijo nuestra querida Beatriz Pages en una de sus brillantes conferencias aquí, en Guadalajara, y que razón ha tenido, pues por estos lares, los “santos” de la democracia, los defensores de la limpieza electoral, los herederos de los fundadores del panismo en México, se han convertido en una hidra de mil cabezas a la que hay que alimentar y que no tiene llenadero. Van a misa, comulgan, se santiguan con una mano y con la otra derrochan o roban las arcas de un pueblo que sucumbió ante sus largas peroratas y sus falsas promesas. ¿Dónde quedaron los principios o los valores de los que tanto hablan? Ya lo dijimos: ¡En el caño!
Así empieza Obama: habla de su economía gravemente debilitada como consecuencia “de la codicia e irresponsabilidad de algunos” les habla a sus conciudadanos de memorias cortas de lo que son capaces de hacer los hombres y mujeres libres cuando la imaginación se une al interés común y la necesidad a la valentía. Y Obama los increpa y les subraya que “lo que no entienden los cínicos es que el terreno que pisan ha cambiado y que los argumentos políticos estériles que nos han consumido durante demasiado tiempo, ya no sirven” ¡Bien dicho presidente! ¿Durante cuanto tiempo? Con un capitalismo a ultranza tan profundamente enraizado en ese país, por más que Obama con la mejor de sus intenciones diga que “una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece solamente a los ricos” la realidad que se le va a presentar es otra, y las presiones serán intensas y las amenazas más.
Obama habla muy bonito y en momentos nos hace pensar que en el vive un humanista y no un tecnócrata. Mucho tendrá que hacer para sacarse de encima a los hampones de cuello blanco y aunque el sea ¡el vino nuevo! Los odres ya son muy viejos y avinagran todo.
Ojala y me equivoque.

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