martes, 27 de mayo de 2008

MUCHO QUE COMENTAR.
POR UN PLATO DE LENTEJAS.
Por: Conrado Trapero Rivas
25/mayo/2008
Guadalajara.- Así estamos, igual que Esau; ese que cuenta la Biblia que vendió su primogenitura y las bendiciones de su padre por un mísero plato de lentejas. El hambre pudo haber sido mucha, pero su apego a las cosas materiales fue mayor, al punto que le valió un serenado rábano lo que para la sociedad de aquellos tiempos, - mas de dos mil años- era muy importante.
Hoy se sigue citando su nombre para señalar con dedo de fuego, a quienes venden dignidad y otros valores, por un puñado de monedas.
Y yo me pregunto: ¿Trescientos cincuenta millones de dólares vale la supeditación de una nación a otra? ¿Acaso estamos tan fregados que tenemos que hacer genuflexiones ante los güeros, por el mentado “Plan Mérida” y su pretendida ayuda?
Pienso que: ¡Ni por esa, ni por ninguna! Y en todo caso, si acaso hace falta lana… ¿Y las reservas millonarias Apa?
Vamos, que agarren sus billetes, los hagan rollo y si no tienen donde meterlos, que los inviertan en parar a quienes reciben la droga, a quienes venden y trafican con armas. Porque como se entiende, este problema es de dos, y queda claro que si la demanda no existe, la producción se acaba.
Tampoco se entiende el afán privatizador que han mostrado las administraciones recientes. Todo es pensar en vender o enajenar los bienes de la nación. Les urge, al igual que a los juniors a quienes papá no acostumbro a trabajar, de tener liquidez para gastar, en vez de utilizar esa herencia en producir. Da la impresión que su vocación es única y exclusivamente la de empleadillos. Empleados a sueldo del gran emperador, que como es bien sabido, ante cualquier derrapón, los pondrá de patitas en la calle.
¿Estadistas? No tienen traza de ello, ni están llenos de patriotismo como seria deseable. Son seres mediocres a quienes les importa el hoy y como decía el ranchero, “el que venga atrás, que arree”
Que esperanzas que buscaran meterse en las páginas de la historia, como ejemplo para generaciones futuras. Tener un imperativo categórico, como lo citara Emmanuel Kant, para que “la norma de su acción fuese elevada a regla de observancia universal”.
Pero eso es soñar; aquí la patria se vende, barata y sin preguntar, estamos en “garage sale” y el deseo otrora velado de muchos, de que México se convierta en Estado Libre Asociado, igual que Puerto Rico, crece ante el espejismo del dólar, ante un supuesto mejor status de vida, y pasar, sin mas, al llamado primer mundo, por la vía del menor esfuerzo.
Los vecinos están salivando de codicia por hacerse de todo lo que el destino manifiesto les señalo.
¡Esau no ha muerto, revivió y hoy por hoy, ronda por Los Pinos!

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