MUCHO QUE COMENTAR.
AH, SI MEXICO LE APOSTARA AL TURISMO.
05/05/2008
Por: Conrado Trapero Rivas
Guadalajara.- En efecto, si México le apostara firmemente al turismo, el país seria otra cosa. Se detonarían todas las cadenas productivas y dejaríamos de seguirle llorando al dios del petróleo, para sustituirlo por una verdadera fuente de ingresos, mas allá de lo que nuestros paisanos envían vía remesas, a riesgo de sus vidas o su salud. Acaba de terminar el puente mas largo del año (obvio, vacacional) Las ciudades se vaciaron, las carreteras se colmaron y hubo de todo: accidentes, volcaduras, choques, fallecidos, heridos y cuantiosas perdidas materiales, ¿todo porque? Subrayadamente, por falta de infraestructura adecuada.
Yo tuve la oportunidad de ir a Puerto Vallarta, y para empezar, después de que termina la autopista de cuota y un tramo se desvía rumbo a Tepic y Mazatlán, y el otro, el vergonzante, el arcaico, parte rumbo a Puerto Vallarta. Tres y hasta cuatro horas le tomara a usted llegar al puerto, pues todo lo que ahí se usa, o se vende, tiene que ser transportado por carretera porque no hay de otra; ¿ferrocarril? Es sueño guajiro, y amigo lector, cruce usted la sierra, con trailer en frente y trailer atrás, a vuelta de rueda, más los que vienen de regreso, en una pinchurrienta carretera de dos carriles, donde cualquier intento de rebase significa literalmente la muerte, aunque hay quienes lo intentan ¿Producto de la desesperación? Tal vez. Pero consumiendo más y más gasolina por los frecuentes frenones, y vuelta a acelerar, vamos, para que mejor me entiendan, como el periférico en horas pico.
Al fin llega usted a Vallarta sudoroso y exhausto, se pone su traje de baño y dice ¡al mar! Cuando se aproxima a la playa observa usted una espuma por demás sospechosa flotando por encima de las olas, espuma de una consistencia similar a la que produce una lavadora de ropa a la que se le agrego mucho detergente. Toma de la mano a sus hijos y a sus nietos y dice con buen juicio; a la alberca. ¡Playas contaminadas!
Vamos a dar una vuelta al pueblo, propone alguien con irresponsable entusiasmo, y salir del primer mundo donde esta ubicada la zona que se conoce como Marina Vallarta para dirigirse al malecón, es otra odisea. Cientos de vehículos, cientos de camiones y miles de turistas que se entremezclan con los lugareños, hacen de esa zona, que se ha propuesto por décadas se convierta en zona peatonal, en una zona de contaminación no tan solo auditiva, visual y de toda índole. Camiones urbanos fumigando a quienes osadamente se sientan en uno de los bares o restaurantes a ver la puesta de sol o simplemente a caminar por el malecón.
Vallarta se esta cayendo, y Nuevo Vallarta esta emergiendo con mejores hoteles y mas bonitas playas, lo que fuera el atractivo de Vallarta, el famoso pueblito, agoniza y nadie hace nada y, de aquella famosa carretera de varios carriles, tantas veces proyectada, ¡ni sus luces! Se esta matando la gallina de los huevos de oro y poco es lo que se hace.