lunes, 18 de febrero de 2008

MUCHO QUE COMENTAR.

CUANDO EL AGUA ES MUERTE.

Por: Conrado Trapero Rivas

18/febrero/2008

Guadalajara.- Hubo de morir un niño de ocho años (Miguel Angel Lopez) debido a intoxicación con metales pesados y arsénico. Los medios alzaron su voz ante el lamentable hecho, y las autoridades voltean a diestra y siniestra buscando afanosamente a quien colgarle la culpa de la muerte de la criatura, y avientan la bolita buscando culpables en el pasado.

El Río Santiago es una vergüenza para los jaliscienses y para todas las autoridades pasadas y presentes. La omisión, la falta de responsabilidad y la estulticia, han provocado que ese río, otrora de agua sana, de esa que nos dicen que “es vida” sea ahora una verdadera cloaca llena de aguas nauseabundas, que matan todo lo que encuentran a su paso, peces, aves, o seres humanos, da lo mismo.

Ciertamente los habitantes de la zona tienen su dosis de culpa, en el recorrido de lo que sale de la presa de Las Pintas, se encuentra de todo: llantas, botes de refresco, muebles, latas, plásticos, embases de detergente y ¡asómbrese! lavadoras. Todo lo inimaginable se pudre ahí, desechos orgánicos entre otras cosas y, para acabarla, auméntele usted las descargas industriales de las fábricas de los alrededores.

La peste es horrible y como solución brillante, como muchas de las ocurrencias del actual gobierno, proponen entubar el río y desviarlo, en vez de meter en cintura a las industrias obligándolos a descargar agua tratada, eliminar los carcamos por donde se descarga materias fecales y habilitar plantas de tratamiento y desde luego educar a la población incluyendo medidas disuasivas para que dejen de tirar lo que ya no usan o les estorba, pero apuntar como solución el desvío del río, es simplemente alejar el problema, pero no resolverlo.

Don Alfonso de Alba Martín, ilustre jalisciense oriundo de Lagos de Moreno, narra en un libro de cuentos muy ingenioso, llamado “El Alcalde de Lagos” como ese famoso edil ante las quejas de los lugareños respecto a un horrible hoyo que se había formado en una de las calles principales de Lagos y que ponía en peligro a vehículos y viandantes. Por toda solución, giro instrucciones de que se cavara uno de igual profundidad al lado del primero y con esa tierra se tapara el hoyo, y así otro y otro, hasta que lo echo del pueblo. No es por nada, pero Lagos de Moreno es la tierra que vio nacer a Emilio González Márquez, el gobernador güerito.

Juanacatlan y El Salto son los municipios mas afectados y ahí se han construido cientos de casas de interés social , sin embargo las condiciones en que viven esos ciudadanos no son para andarlas presumiendo, tener un techo para las familias llevo a quienes ahí habitan a pensar que nada podría ocurrir y que el río llevaba vida. La realidad es otra, el río corre con lentitud y en sus aguas las larvas de moscos y otros bichos en lo único que crece y vive en medio de esa inmundicia.

Las soluciones son a fondo, drásticas, y no nos vengan con el cuento de que no hay recursos, porque si los hay.

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