sábado, 17 de octubre de 2009

MUCHO QUE COMENTAR.
EL CAMPO OLVIDADO
Por: Conrado Trapero Rivas
Octubre 2009-10-09
Guadalajara.- Con verdadera sorpresa me acabo de enterar que en China el 70% de su población es rural. Que lo primero que hicieron después del triunfo de su revolución, fue rescatar al campo. Pensaron que podrían faltar muchas cosas, pero que faltase que comer, era impensable, y así, se empeñaron en resolver el asunto de la autosuficiencia alimentaria.
Yo recuerdo que de niños, mi madre nos exigía a mis hermanos y a mí, no desperdiciar la comida, pues había muchos chinitos que se morían de hambre. Hoy en día, China tiene la capacidad económica suficiente como para comprar todo el cereal que se produce en el mundo y su campo esta satisfactoriamente trabajado y produciendo.
¿Y aquí… que paso? Nuestro campo esta empobrecido, abandonado, dejado de la mano de Dios y las políticas requeridas para incentivarlo y volver a hacerlo productivo, no llegan. Hace años que se importan muchos de los productos que antes producía nuestro agro y que también exportábamos.
Pésimas políticas públicas que sin tener visión de largo plazo, han llevado a nuestro país a depender de la producción extranjera. Con el campo muchos se han enriquecido menos en campesino y el asunto de la importación es evidente hasta en las tiendas de auto servicio, donde frutas y legumbres traen el sello de otras latitudes, Chile, Brasil, Colombia, son algunos de los países que llevan la delantera en nuestros mercados. Basta y sobre que una bolsa de café diga “Producto de Colombia” para que a pesar de su alto costo se adquiera.
¿Y nuestros campos cafetaleros, que? Veracruz, Chiapas, Puebla, otrora prestigiados productores de café, hoy viven de milagro ante el desplazamiento de café de otras latitudes.
¿Y el maíz? Aquella planta que citara Lopez Velarde en “Suave Patria” que supuestamente formaba nuestra superficie, ¿cómo se redujo, porque se perdió?, Por convertir las parcelas en casas de interés social tal y como vemos en el camino a Tesistan.
El país no puede vivir sin alimentos suficientes para satisfacer la demanda del mercado interno, pero las políticas se estrellan con los intereses, y los intereses son más fuertes que la razón que llevo a países como China y Vietnam a pensar, después de las cruentas guerras que les toco sufrir, que el primer gran obstáculo a salvar era el hambre de su pueblo. Después vendrían los demás satisfactores. ¡Y así fue!
Como diría un querido amigo exiliado de la guerra civil española: “Primero esta comer y después, ser cristiano”
Y yo me pregunto: ¿Cuando dejaremos de utilizar las odiosas comparaciones, en educación, competitividad, legalidad, justicia, progreso, calidad de vida, para dedicar nuestros comentarios editoriales a los logros de nuestro país.?
Lo veremos (¿?)

No hay comentarios: